“En Argentina 78 no hubo echada, pero sí mucha presión”
El campeón de América Percy Rojas nos cuenta la verdadera historia de aquel partido contra Argentina que aún genera dudas en la hinchada peruana. Además, repasamos su exitosa trayectoria futbolística.
Foto: Yulisa Callirgos
YULISA CALLIRGOS Y JAIR UGARTE
Percy Rojas Montero (16 de setiembre de 1949), más conocido como el Trucha Rojas, es un exfutbolista peruano. Jugó de delantero donde destacaba por su técnica y velocidad. Su mayor trascendencia deportiva la logró en los clubes Universitario de Deportes, Sporting Cristal e Independiente de Avellaneda.
Lo entrevistamos en su casa en La Molina, un lugar cálido y acogedor. Al entrar nos sentamos en el lugar que nos indicó su empleada. Cuando él se acercó a nosotros, preguntó dónde nos sentiríamos más cómodos y sugirió la sala de su casa para empezar con la entrevista. Sin embargo, una sorprendente anécdota marcó el principio de la misma. El gran Percy Rojas, cansado de la intratable tecnología, nos pidió un favor respecto a su celular. No se actualizaba y estaba bloqueado. ¡Menudo problema! Sin embargo, siempre prestos para superar imprevistos, pudimos ayudarlo sin mayores inconvenientes. Emocionado, le comunicó a su esposa, a la distancia (se encontraba en la cocina), que los “expertos en tecnología” habíamos solucionado el problemilla. Así, empezamos con las preguntas.
Yulisa Callirgos: Estudió en el colegio Hipólito Unanue donde integró la selección de fútbol y también la de básquetbol ¿Por qué se inclinó hacia el fútbol?
—El fútbol lo jugaba desde niño. Soy de la Unidad Vecinal 3, la unidad que queda al costado de la Universidad Nacional de San Marcos, y con mis amigos teníamos muchas comodidades. Era una mini-ciudad. Podías encontrar de todo ahí. Entonces, de la cancha de fútbol me pasaba a la de básquetbol y esa era la actividad natural que iba desarrollando desde entonces. Pero cuando ingresé al colegio Hipólito Unanue y jugaba en la selección en los dos deportes que me apasionaban, se empezó a dificultar. Primero porque iba a uno y ganaba (fútbol), pero descuidaba el otro (básquetbol). Se me cruzaban los horarios. Entonces una vez me llamaron a la dirección y me sentaron frente a los entrenadores encargados de cada deporte. Y, pues me pusieron en la complicada decisión de escoger por uno de ellos. Es ahí donde me incliné por el fútbol.
Yulisa Callirgos: ¿Es cierto que estudió Administración de Empresas en la Universidad Nacional Federico Villarreal (UNFV)?
—Sí. Estuve cinco años en la carrera de Administración. Saqué mi bachillerato en el año 1972 y luego hice la tesis para mi licenciamiento. Después convalidé cursos para seguir estudiando Contabilidad porque eran carreras afines, pero solo pude estudiar cuatro ciclos, ya que tuve que ir a jugar a Argentina. Ya luego no lo pude retomar. Sin embargo, me sirvió para tener un respaldo cuando terminara el fútbol y tener cierta facilidad para abrir un camino profesionalmente. En la administración de la escuela de fútbol que tengo, doy charlas de coaching deportivo entre otras cosas. La Universidad Federico Villarreal me ayudó a ordenar los conocimientos empíricos que tenía en relación con el fútbol.
Yulisa Callirgos: Usted inició su carrera en Universitario de Deportes a los 16 años, cuando pasó las pruebas en el club. ¿Sus padres apoyaron su decisión?
—No, la primera vez me escapé. Un día mis amigos llegaron y me avisaron que habían pruebas en Universitario de Deportes, entonces decidimos ir. Al llegar y hacer la prueba hice tres goles en 5 minutos. Me mandaron con el encargado, el señor Sánchez, y me dijeron que le diera mis datos porque había sido seleccionado para pertenecer al equipo. Asimismo, me pidieron que trajera a mi papá para oficializar el documento. Pero yo no quería porque él ni sabía que estaba ahí (risas). Luego fueron a hablar con mi familia y accedieron, pero con la condición de que no dejara de estudiar. Antes no había tanto apoyo familiar. “Fútbol no, tienen que estudiar”, era lo que nos decían nuestros padres y, en mi caso, lo viví.
Yulisa Callirgos: Cuando ya formaba parte del club, usted tuvo que jugar primero en la etapa juvenil, luego en el equipo de reserva y finalmente llegó al primer equipo. ¿Cree que actualmente se respetan esas etapas en la formación de jugadores en el Perú? ¿Por qué se trabaja tan mal en las divisiones menores?
—Creo que sí, es un requisito. Son pasos que se deben seguir hasta llegar a la categoría de menores. Llegar ahí era el mérito de estar cerca de jugar en la profesional. Lo que pasa actualmente es que no tenemos la logística adecuada para hacer esto. Ahora ya todo es diferente. Puedes ver pocos clubes que trabajan correctamente, al resto le falta vocación. A veces el dinero también te corrompe y en el fútbol hay bastante dinero. Un jugador ahora se vuelve millonario de la noche a la mañana. Por ejemplo, la crisis de la década de 1970 afectó a los clubes nacionales, pues ya no podían pagarnos. Entonces aparecieron las academias y, es por ello, que nace Cantolao y otras más. Pero qué pasa, nacen bajo las ideas de papá, del vecino, del tío; y no de gente profesional. Es por ello que perdimos generaciones de buenos futbolistas.
Yulisa Callirgos: Debutó en el fútbol profesional en 1967 frente a Sporting Cristal. Usted jugaba de centro delantero y destacaba por ser hábil, veloz y potente. ¿Quién fue su referente, su ídolo, en esa época?
—Desde un inicio admiraba a Pelé, que no tenía las mismas capacidades que mi juego, pero tenía muchas otras virtudes técnicas, y eso hacía que sea mi referente en mi trayectoria futbolística. Pelé era un jugador muy técnico. Tenía mucho dominio de balón y mucha habilidad para hacer las paredes. También lograba hacer disparos de media cancha. Luego mi visión fue cambiando. Buscaba un ídolo de habilidades que no podía hacer.
Yulisa Callirgos: Tuvo dos etapas en el equipo de sus amores (Universitario de Deportes). En la primera, salió campeón nacional en 1967, 1969, 1971 y 1974. ¿Qué recuerdos guarda de los entrenadores que lo tuvieron a cargo como Marcos Calderón y Roberto Scarone?
—Marcos Calderón. Tengo un recuerdo muy especial de él. Luego de ser mi entrenador, fui asistente de él cuando salí de las canchas. Gran amigo mío. Era un técnico de mucho carácter. Se imponía con su forma de dirigirnos, pero también sabía ubicar bien a sus jugadores. Puedo decir que es el técnico más exitoso que ha tenido el fútbol peruano. Gracias a él fuimos campeones de la Copa América, título que nunca consiguió la selección peruana, y también clasificamos a un Mundial. Tiene todos los méritos correspondientes, pero de un carácter fuerte. En cambio, Roberto Scarone (uruguayo) era un técnico más paternal que también nos gusta a nosotros los peruanos. Una experiencia muy bonita a su lado me ayudó a salir de mis momentos de desconfianza. Yo estaba pasando por un mal momento futbolístico y él ya había escuchado sobre mí y mi fútbol. Entonces un día me llamó y me dijo: “Che, yo he escuchado que usted juega bien, es goleador. ¿Qué pasa? Dedíquese a jugar, haga lo que sabe hacer en la cancha. Diviértase”. Eso me motivó y logró cambiar ese estado de ánimo. En el siguiente partido me mandé con tres goles.
Yulisa Callirgos: Algunos jugadores opinan que en este deporte la única figura es el futbolista y, que el entrenador no sabe nada. ¿Cuál es su opinión al respecto?
—El futbolista es el que cree saber siempre, indudablemente. Es la vedette del deporte. Pero dentro del contexto hay muchos factores que intervienen. Para que alguien sea bueno tiene que estar respaldado por una excelente dirigencia, los directores técnicos y una buena administración. Los futbolistas que opinan eso están muy equivocados.
Jair Ugarte: Universitario de Deportes se convirtió en el primer club peruano en llegar a una final de Copa Libertadores, en 1972. ¿Cuál fue la clave para realizar esa gran campaña?
—Bueno, Universitario de Deportes siempre ha sido un equipo grande y que en ese momento coincidió al ser el más representativo del fútbol peruano, además de tener grandes jugadores. Es un equipo que siempre se ha caracterizado por jugar estratégicamente con los jugadores del campeonato. Yo recuerdo que en ese tiempo estaba en el equipo Roberto Chale, pero la dirigencia quería traer a otro jugador en esa posición, Vera Tudela, de Municipal. Entonces la “U” lo contrata. Yo me llevaba bien con los dirigentes así que le pregunté a don Miguel Telli por qué lo traía. Me dijo: “Yo prefiero tener a Vera Tudela acá que jugar contra él”. Mira la capacidad. Cuando jugué en Argentina, Independiente de Avellaneda era campeón de copas. En ese entonces, era el mejor de Sudamérica y uno de los mejores del mundo. Llego a Independiente de Avellaneda e hicimos una gira por los tres continentes. Fuimos hasta Indonesia, Asia. Un equipo muy aceptado y querido. Durante un partido, el dirigente de esa época, José Pelboy, me llama y me pregunta por un árbitro que esté destacando. Le contesté y me dijo que quería que ese árbitro nos pite ese amistoso. Y pasó. Fue un espaldarazo para el árbitro. En algún momento, por ejemplo, en un partido de Copa Libertadores, ese árbitro nos iba a dar la mano. ¿Te das cuenta? Era la forma como se manejaba. Pero sin dinero de por medio. No había nada malo ahí. No había corrupción. Todo estaba dentro de lo legal, pero era maña. Ahora ya no pasa eso.
Jair Ugarte: Luego de tantos recuerdos inolvidables en el club crema, ¿por qué decidió partir hacia Independiente de Avellaneda? ¿Fue por motivos económicos o priorizó el éxito deportivo?
—En esa época vino la agobiante situación económica en el país y los directivos no podían pagarnos. Me imagino que esa situación llegó a otros. Es por eso que Independiente de Avellaneda me pide, solicita un “nueve” para su equipo y quería a uno del fútbol peruano. Ahora, si me preguntas, “¿por qué busca en el fútbol peruano?” Bueno, ellos son muy buenos y tuvieron la oportunidad tiempo atrás de jugar un triangular cuando Alianza Lima inauguró su estadio. En ese mini-torneo jugó Nacional de Montevideo, Independiente de Avellaneda, Universitario de Deportes y Alianza Lima. Salió campeón Universitario y le hice un gol a Independiente. Es cuando entonces, en 1974 se concreta mi ingreso a ese equipo.
Jair Ugarte: 1975 debe ser el año más exitoso en su carrera deportiva: fue campeón de la Copa América con la selección y campeón de la Copa Libertadores con Independiente. ¿Jugar un mundial equivale a esos logros o no? ¿Por qué?
—Jugar un Mundial es como graduarte en lo que estás haciendo. Entonces, para un futbolista jugar un campeonato de primera y salir victorioso es un mérito. Participar en una Copa Libertadores es un logro mayor y clasificar a un Mundial es el logro máximo. Lo que todo futbolista quiere y aspira siempre es eso. Porque ahí se ve a todo el mundo. Es ahí donde juegas con los mejores del mundo y ya no solo con una parte del continente.
Jair Ugarte: Luego de dos magníficas temporadas en Argentina, en 1977, volvió al Perú y se integró a Sporting Cristal donde se reencontró con Juan Carlos Oblitas y Héctor Chumpitaz. ¿Por qué decidió regresar al fútbol peruano?
—Es muy simple. Estuve dos años en Independiente, me fue muy bien. La hinchada me quería y hasta ahora me recuerda. Me hacen sentir como si hubiera jugado ayer. Lo que pasa es que hubo un cambio de dirigentes. Las personas que me habían llevado perdieron las elecciones. Entonces hubo conflictos. Me querían vender. Ya antes había escuchado que me querían en Boca Juniors, pero no aceptaron porque iba a jugar en contra del equipo que representaba anteriormente. Es así que decido integrarme a Sporting Cristal. Un amigo me llamó y me dijo que estaba la posibilidad. Fui el primero en comenzar con el retorno de todos los jugadores peruanos que estaban en el extranjero. Ya luego Alianza también lo hizo con Sotil.
Jair Ugarte: Con la selección peruana jugó 49 partidos desde 1969 hasta 1979. Además, anotó 6 goles. ¿Cuál es el gol que más recuerda?
—El que le hice a Chile en Santiago. Fue el primer gol de aquel empate. Lo hice, como se dice, de valiente (risas). Porque era una pelota que llegó y me metí entre tres y dije: “Ah no, a estos me los llevo”, y ¡pum! Me salió un zapatazo. Ese lo recuerdo mucho. Y luego contra Chile también, acá en el Estadio Nacional. Fue el primer gol de ese partido que ganamos 3-1.
Jair Ugarte: En el Mundial Argentina 78, la selección peruana brindó una gran actuación en la fase de grupos: le ganó a Escocia, empató con Holanda y goleó a Irán. Terminó primero en su grupo. Sin embargo, en la siguiente ronda, el equipo cambió totalmente. El 6-0 contra Argentina genera suspicacias hasta hoy. ¿Qué me puede contar, Percy? ¿Realmente se “echaron” algunos jugadores?
—Creo que más fue un tema de temperamento que a veces nos traiciona. Nos sentimos avasallados por una selección y una hinchada que se preparó para jugar su partido y no supimos sobreponernos a eso. Eso fue lo que más impactó y nos dejó indefensos. A pesar que en los primeros minutos pudimos estar adelante en el marcador, una pelota chocó al palo, me parece. Pero fuimos superados por un fútbol que tenía el deseo y las ansias de ganarnos. Jugó con todo a su favor también. Era muy difícil pedir equidad en el arbitraje. Y respecto a lo que dices que algunos jugadores podrían haberse “echado”, sinceramente no lo sé. No puedo hablarlo.
Jair Ugarte: Hay algunos jugadores que salieron a hablar de este tema. Específicamente, el Patrón Velázquez dijo en una entrevista que hubo circunstancias “extrañas” como la entrada del general Videla al camarín del equipo peruano para desearles “suerte” a los jugadores.
—Es que jugaron con todo pues. Era una forma de minimizarnos. Velázquez no jugó en el fútbol argentino. Esa es una forma para presionarte. Influye en lo psicológico.
Jair Ugarte: Incluso lanzó nombres como Rodulfo Manzo, J. J. Muñante, y asegura que en los videos se ve claramente cómo dejan de marcar y presionar.
—Es una cuestión subjetiva. Pero hay que tener amplitud de criterio. ¿Solo nos goleó Argentina? ¿Qué pasó en España 82? Te pregunto, ¿cuánto nos metió Polonia?
Jair Ugarte: Cinco
—¿Y jugó Velázquez?
Jair Ugarte: Sí
—Ah ya (risas). Entonces pues. Eso es lo que pasa. A veces queremos tapar cosas que vienen de nuestra formación. Ahora, eso tampoco es para estar contentos, pero sucede. Todo puede ser debatible. Pero también hay que pensar cómo somos. Y no es la primera vez que ocurren cosas así.
Jair Ugarte: Usted confesó en otra entrevista que el técnico Tim lo convocó para el mundial España 82. Sin embargo, no llegó a jugar porque hubo “problemas”. ¿A qué se refería?
—Hubo un problema entre Cubillas y Uribe. Cubillas se quería imponer. Recuerdo que Tim viajó a Bélgica para verlo jugar a Oblitas. Yo jugaba con él en el Seresien. Y me vio jugar a mí. Me dijo que no me conocía, pero que quería convocarme. Y a pesar de los problemas que había, apostó por mí. Pero finalmente no pude jugar. Los problemas eran más fuertes. El grupo no estaba unido. Se notó en la cancha. Si cada uno va por su lado, no se puede. Y fue así que Polonia nos metió cinco. Nos caímos tremendamente.
Jair Ugarte: Dos últimas, preguntas cortas. ¿Cuál es su opinión respecto a la aprobación de los Estatutos de la Federación Peruana de Fútbol (FPF)?
—Creo que está decisión favorece, indudablemente, a los equipos de provincia. Se les está dando bastante participación, sin embargo, no ha contribuido a mejores el nivel futbolístico. No han mejorado los partidos de Copa Perú ni la Liga 2. Esto tiene que mejorar. Ojalá que ahora que las ligas departamentales tienen poder de decisión, tengan consideración en armar sus equipos y mejorar sus torneos.
Jair Ugarte: ¿Pero esta aprobación de Estatutos no supone que se les dé poder a las ligas departamentales con la incertidumbre de saber si realmente mejorarán su torneo? ¿Qué garantiza que mejoren?
—Sí pues, eso es lo malo. Lo mismo pasó con el dinero que el Gobierno central les dio a las regiones, supuestamente para que mejoren. Ahora estamos pidiendo que regrese el dinero. Porque no le dan buen uso. En el fútbol es igual. Antes pedían más apoyo para el fútbol de provincia. Lo hemos hecho, pero cada vez está peor la Copa Perú. Continúa la corrupción, la violencia, la informalidad. Todo esto parte de un problema de educación, de formación. Bueno, chicos, creo que ya es tarde...
Jair Ugarte: La última, por favor. ¿Cuál es su lectura sobre el partido contra Uruguay?
—Creo que va a salir un buen partido. Si bien Perú tiene problemas en salida, también tenemos poder de recuperación. Y ya lo hemos demostrado en la Copa América. Estamos en la capacidad para eso.
Culminada la entrevista, solicitamos la respectiva foto para el recuerdo, pues el trato que nos brindó fue tan cordial que nos sentíamos en confianza. Todo había salido como se esperaba. En medio de la foto, uno de los entrevistadores no dejó pasar la oportunidad de que el gran Percy Rojas firme la camiseta del equipo de sus amores. Después de ello, nos agradeció una vez más por arreglar su teléfono, en un gesto de gran humildad. Luego, nos dirigimos a la salida en compañía de él y nos despedimos de la que quizá sea una de las mejores experiencias de nuestras vidas.
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